El Polvorín

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26 julio, 2006

...not resumideros

Por si no me he dado cuenta, la vida a avanzado sobre mis días y pisar la vereda caliente ya no quema mis pies pelados, pues ya he caminado bastante y es necesario seguir, porque creo que me queda más de la mitad del trayecto hasta la muerte. Al menos imagino mi tumba, pero no su momento (da igual si me incineran o me tiran al resumidero más metropolitano, mi cuerpo será solo un objeto, una carcaza vieja).

Hoy pensaba, qué será de los que escriben algo y dejan su huella en estas hojas impersonales de internet ¿llegará alguien cien años despues a leerlas? quien sabe que pasará, pero el tiempo es uno solo y la humanidad también, nosotros lo cuantificamos y lo separamos en edades, así como nuestra edad y así como la historia.
Vamos creciendo en algunos aspectos, otros se quedan en el mismo lugar, otros involucionan en contra de nuestra existencia pero en pro de la cuna natural contra la que luchamos. Definitivamente, o nos largamos del planeta o aquí se queda el peor error celestial. Quiza la vida en otra de sus formas caprichosas continúe, porque el ser humano va autodestruyendose, no se tiene autocompasión, cree que alejándo su naturaleza individual de la naturaleza misma podrá sortear la muerte, lograr la conservación de la especie. Nuestra mejor herramienta nos ha engañado, nuestra inteligencia. Nos ha separado de lo sencillo, nos arrebató lo simple desde que volvimos el cuchillo en contra de nuestra madre...Nos hace sentir supremos, hasta que la particularidad de los castigos maternales nos ponen los pies sobre ella misma, nos dicen que aún no hemos crecido y que no estamos listos para partir. La misma naturaleza nos comerá como al más flaco y débil de sus hijos.